Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Crónica de Mediocres 50


La Justa Representación

El sistema democrático por el cual los representantes del pueblo son elegidos otorga legitimidad a aquellos que, digámoslo de una forma amable, son agraciados desde su propio partido político haciéndoles el favor de incluirles en sus listas electorales. Es muy común ver como sus señorías apelan a la sagrada voluntad popular para retroalimentarse en la creencia de que los ciudadanos, debido a sus propios méritos, les han otorgado la honorable misión de representarles.

Hoy aquí, en España, voy a mostrar dos claros ejemplos que desmontan de una manera rotunda la legitimidad moral y real de aquellos que abanderan las directrices, en ambos casos nefastas, que tienden a encauzar nuestras existencias.

El primer ejemplo es el del gobierno del Estado con un presidente, Mariano Rajoy, que se siente fuerte porque, en base a la ley electoral, dispone de un respaldo en el Congreso de los Diputados tan amplio que cual rodillo, se permite pasar por encima de la voluntad del 68,42% de los integrantes de un censo electoral que no le ha votado.

Mi afirmación se basa en el análisis de los resultados electorales del 2011 (Congreso de los Diputados), a través de una óptica muy distinta a la que una vez tras otra, las instituciones se empecinan a presentarlas como dogmas.

Aquí van los datos:



En la imagen puede verse, sobre fondo salmón, los datos publicados por el Ministerio del Interior y sobre fondo verde mi propia interpretación de los mismos datos pero otorgando una representación basada en la proporción directa al número de electores.

Pues bien, según este último escenario podríamos observar que la cruda realidad es que el partido que en esta legislatura nos ha colocado al presidente del Gobierno, en realidad sólo representa al 31,58 % del electorado de nuestro país. Que los partidos que representan opciones nacionalistas, y esto no es nada nuevo, están sobre representados en el Congreso de los Diputados en perjuicio de formaciones sensiblemente más votadas en el conjunto del Estado. Por otra parte, se puede ver como casi un millón y medio de electores se quedan sin representación y como la abstención, de tenerla en cuenta, implicaría que 99 sillones vacíos les recordaría a sus señorías que no deben olvidar a esos casi diez millones de ciudadanos que por diversas razones no han confiado en el sistema electoral actual.

El segundo ejemplo que voy a mostrar es el correspondiente al parlamento catalán,



Aquí la realidad es aún más sangrante, los partidos sin representación así como la abstención, sumarían, en un sistema proporcional, la friolera de 51 escaños, llegando casi a duplicar el porcentaje de votos obtenidos por el partido más votado. Por otra parte, también resulta particularmente decepcionante ver como unos partidos que representan a menos de un 37% del censo electoral están llevando a la sociedad catalana a lo que podría convertirse en una cruel diáspora.

La política ganaría mucho si nuestro sistema electoral fuese modificado de forma que los ciudadanos eligiésemos a nuestros representantes por sus nombres y apellidos, si la representación se ajustase a un sistema proporcional y si se arbitrasen fórmulas para que no se ninguneasen los millones de votos sumados por partidos minoritarios y abstencionistas.

No voy a añadir mucho más, los datos hablan por si solos, pero si es necesario alertar que lo que la ley legitima es aberrante.

JC

domingo, 22 de diciembre de 2013

Crónica de Mediocres 49


Dos Años Larguísimos

Han sido dos años larguísimos, sólo dos años y la sensación es de que han pasado décadas (de alguna forma así ha sido, décadas en retroceso, quizás algún siglo), un 21 de diciembre los españoles salíamos de un gobierno nefasto para entrar en otro abominable (los adjetivos se acaban, no seremos capaces de soportar algo peor). Zapatero parecía, era, una marioneta, con él todos los españoles, pero el autista Rajoy, que también podría ser llamado el Ciego, ha entrado en la categoría de títere, nos ha llevado a todos a una la categoría comparable con la era feudal.

España pasa por una grave crisis y no es económica, es de carácter, es de convicción, es de identidad, es de falta de autoestima, es de entrega, de resignación, de valor y de valores. Rajoy representa muy bien la rueda en la que nos hemos metido los españoles, es fiel reflejo de una sociedad carente de reflejos, abandonada a un destino de mediocres hundida en un barrizal de inoperancia y entre tanta decadencia, sin capacidad de asumir la propia responsabilidad, mira hacía otro lado y culpa de todos sus males a la perversidad de aquellos otros que, acertadamente o no, se apalanca en este pueblo de falsos orgullosos para enriquecer sus propios egos.

En estos días de cumplen dos años del principio de la nueva realidad española, realidad encarnada por Mariano Rajoy, el Ciego Autista, una realidad que se ha forjado al dictado de los bárbaros del norte, de aquellos que grano a grano, piedra a piedra fueron durante un par de décadas comprando un país que, desconocedor de su propio potencial y aceptando un modo de vida falso, quiso vender su esencia para entrar en un club para el cual sus colmillos no estaban lo suficientemente afilados.

La estrategia de los norteños, gente paciente y que sabe que las conquistas son más exitosas cuanto más incruentas hayan sido, ha llegado a su cénit, esperando el grado justo de madurez, con este nefasto gobierno del posiblemente más impopular de los populares gobiernos posibles, el de Rajoy.

Durante el gobierno del nefasto Rajoy, el Ciego Autista y el ejecutor, las reformas necesarias para comenzar a ser el “asia” de Europa, se han consolidado, la mendicidad de estado se ha instaurado, la entrega de sus ciudadanos al circo del dinero ha quedado definitivamente instaurada para muchas décadas. OCDE, FMI, UE, y todas las siglas que podamos imaginar, han presionado y hasta estrangulado hasta que han conseguido de “el autista”, la respuesta que esperaban: españoles, montad en el sur de Europa algo equiparable a China e India, españoles, montad un laboratorio, que nosotros subvencionaremos, en el que poder experimentar las más opresoras medidas contra los trabajadores a modo de lo que teníamos a finales del siglo XIX. Y Mariano Rajoy, el Ciego Autista, valiente como pocos han demostrado, asumió como su más firme empresa aquello que el Zapatero tímidamente comenzó.

Hoy, dos años, dos larguísimos años después, España se desmiembra y acentúa las diferencias entre sus clases sociales aumentando la población entre los más pobres y aumentando la riqueza entre los ricos, la clase media, maltratada, también se empobrece y pierde capacidades y la resignación parece instaurarse entre asalariados y pequeños empresarios.

Dos años después:
·       Una reforma laboral nos instaura en el feudalismo.
·       Los recortes presupuestarios envían al quinto infierno lo que llegó a ser un referente mundial en cuanto a modelo sanitario.
·       La población ha sufrido la más vejatoria de la humillaciones con la merma de las ayudas a la dependencia.
·       La educación parece querer ser un privilegio de las familias más adineradas y un escarnio para aquellos con un peculio escaso.
·       El expolio de lo público llega a su más alto estadio y el partido del sr. Rajoy da muestras inequívocas de falta de colaboración con la justicia.
·       A los ciudadanos se nos reprime con una ferocidad inusitada cuando queremos manifestarnos en las calles. Se nos criminaliza, se nos detiene, se nos multa, se nos golpea, se nos denigra, se nos desprecia.
·       Los jueces que se atreven, o mejor dicho intentan, actuar contra la corrupción, se ven denunciados, sentados en el banquillo y hasta inhabilitados como escarnio por tal osadía.
·       El ministerio fiscal ejerce de defensa de presuntos delincuentes y elude investigar lo que en cualquier otro país de nuestro entorno sería aclarado en un par de meses.
·       En el Congreso de los Diputados se ha dicho “que se jodan” a un amplio grupo de ciudadanos y la infame diputada aún cobra de nuestros impuestos y continua poniendo su culo en un escaño que no se merece.
·       Se legisla, al amparo de una obscena mayoría absoluta, con total desprecio a los que no votaron al PP.

Dos años después de instaurarse Rajoy, el Ciego Autista, en La Moncloa, los españoles vivimos peor, ganamos menos, tenemos un futuro mucho más incierto y se nos amordaza.

Han sido dos años larguísimos, han sido dos años verdaderamente malos.

JC

sábado, 9 de noviembre de 2013

Crónica de Mediocres 48



¿Cómo se puede ser tan irrespetuoso con la espiritualidad de las personas? Si las religiones asumiesen lo que predican no forzarían la imposición de sus credos. Si las religiones buscasen la armonía y el equilibrio emocional de sus seguidores, no les amenazarían con maldiciones y castigos. Si las religiones tuviesen una firme base moral, no se molestarían, ni insultarían, ni discriminarían, ni despreciarían a aquellos que no piensan como exigen sus postulados. Si las personas que gobiernan esos descarados grupos de presión y poder que son las religiones, fuesen honestas, la sociedad viviría en paz consigo misma sin necesidad de redentores. Si las religiones respetasen al ser humano el mundo sería un poquito mejor de lo que actualmente es.

¿Que a qué viene esto?, a sí, ha sido motivado por esta noticia: 

http://www.huffingtonpost.es/2013/11/08/religion-formacion-profesional_n_4241371.html?ncid=edlinkusaolp00000003

JC

lunes, 30 de septiembre de 2013

Crónica de Mediocres 47


 

A finales del mes pasado, un grupo de amigos, y amigas por supuesto, estábamos en un bar, celebrando el final de las vacaciones y el hecho de que después de casi tres semana juntos, por fin íbamos a descansar encontrando esa paz que solamente la soledad, relativa, es capaz de proporcionarnos. El grupo, por un no preestablecido pacto de concordia y buen entendimiento, no suele hablar ni de política, ni de religión y por supuesto tampoco de economía, quizás ésta última sea la materia que más esquivemos, intentamos evitar pedirnos dinero los unos a los otros con el fin de que prevalezca, durante el mayor tiempo posible, esa amistad que durante lustros hemos mantenido.

Bueno, el caso es que como llevábamos muchas horas de jarana y habíamos acabado con todas las cervezas, vinos y bebidas espirituosas (tengo que aclarar que yo únicamente bebí agua), las neuronas les patinaban a todo el mundo y aquello de lo que, en condiciones normales, siempre habíamos evitado, se coló de rondón y comenzó a dar vueltas en las maltrechas cabezas que, animadas por los líquidos brebajes, enviaban mensajes, de lo más variopintos, a través de unas bocas de las que no se sabía si lo peor era lo que entraba o lo que salía.

La pregunta sonó como un campanazo, a aquellas horas de la mañana retumbó como si sobre cada uno de nosotros, cubriéndonos medio cuerpo, la campaña más grande jamás imaginada, con el badajo más grande nunca fundido, hubiese sido golpeada con una energía similar a la generada por el más terrible de los terremotos que haya sufrido nuestro maltrecho planeta Tierra. No sabemos quien la pronunció, también ignoramos con que intención lo hizo, el caso es que aquello de: ¿qué pensáis de los “Mercados”? alborotó una reunión que ya estaba a punto de finalizar y que debido a la insensatez de no sabemos quién, se prolongó otras 24 horas más. Todavía recuerdo como las fuerzas de seguridad fueron reduciéndonos, no sin esfuerzo, creyéndose que se enfrentaban a un grupo antisistema de esos que, rayando en el terrorismo, ha estado soliviantando a los gobernantes de un tiempo a esta parte.

Como ya dijera antes, yo me encontraba totalmente sobrio y cual notario, ya que había ingerido solamente agua (algunos me dijeron que había sido –ardiente), fui mentalmente tomando nota de las espontáneas respuestas que sobre los mercados de capitales, mis amigos (mujeres y hombres) emitieron. Yo, como soy simple, no me atreví a soltar palabra, pero tengo que reconocer que suscribía todas y cada una de las opiniones que se vertían.

Hoy, y antes de que la memoria me juegue una mala pasada, dejo en esta “Crónica de Mediocres” mis recuerdos al respecto. Sobre el nombre de mis amigos perdonadme que no los publique porque, como ya dije al principio, ni hablamos de política, ni hablamos de religión, ni hablamos de economía. Por cierto, las copas, como fuimos disueltos, nos salieron gratis

Bueno, puestos en contexto, aquí dejo un más que fiel reflejo de lo comentado en aquellas horas de frenesí que compartieron un conjunto de personas muy queridas entre ellas, se decía que:

1.    Los mercados son insaciables, cuanto más dinero tienen más quieren.
2.    Los mercados son insolidarios, todo lo quieren para ellos.
3.    Los mercados son espíritus, nadie es capaz de verlos.
4.    Los mercados y las bolsas, son el fiel reflejo de la dictadura de la cotización y la rentabilidad.
5.    Los mercados son olvidadizos, anualmente se ponen a cero y no recuerdan las rentabilidades anteriores.
6.    Los mercados son ladinos asesinos, muchas personas se han suicidado por especulaciones.
7.    Los mercados son mafiosos, extorsionan para obtener los rendimientos que quieren.
8.    Los mercados son gobiernos ya que los mandatarios asumen sus postulados
9.    Los mercados son señores feudales, se apoderan de las riquezas que otros generan
10. Los mercados son enfermos mentales, son capaces de aniquilarse a si mismos por pura avaricia.
11. Los mercados son inmorales, se reparten el 80% de las riquezas para repartirla entre el 5% de la población.
12. Los mercados no tienen ética, mienten, medran, oprimen, esclavizan, humillan, difaman y cuarenta mil adjetivos negativos más, para conseguir más y más y más, dinero.
13. Los mercados son ciegos, nunca ven el sufrimiento ajeno
14. Los mercados son criminales, asaltan, violan, roban, matan, secuestran (incluso a países) y más
15. Los mercados son quejicas cuando alguien los intenta controlar
16. Los mercados son doctores en derecho que aprovechan la fragilidad de las leyes para burlarlas en cuanto puedan.
17. Los mercados son cobardes, se ocultan detrás de caretas para no ser identificados públicamente.
18. Los mercados son sádicos sodomizadores de una sociedad con la que únicamente comparten el aire.
19. Los mercados son repugnantes y sin escrúpulos, hurgan entre la mierda, el dolor, la debilidad y de todo ello hacen dinero.
20. Los mercados son avaros, atesoran y atesoran sin tener en cuenta que nunca serán capaz de gastar ni el 1% del botín que, como buenos piratas, han obtenido.
21. Los mercados son proxenetas,  con su “prima” compran a los gobiernos
22. Los mercados son envidiados por gentes sin escrúpulos que persiguen los mismos objetivos de enriquecimiento en el más corto plazo posible.

Y después de haber puesto en negro sobre blanco los abruptos disparates generados desde el frenesí de la fraternidad, no se me ocurrió otra cosa que compartirlo con aquellos que tanto quiero y con los cuales tan buenos momentos paso, la respuesta unánime recibida fue: “Esto es imposible, recuerda que nunca hablamos ni de política, ni de economía y mucho menos de religión, ¿no lo habrás soñado?”

Me callé, me di la vuelta y me dije, puede ser, pero, ¿por qué no compartirlo?

JC

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Crónica de Mediocres 46


Correo Electrónico vs Tradicional 

¿EL COMERCIO ELECTRÓNICO DESTRUIRÁ NUESTRAS REDES DE VENTA?: esta es mi respuesta a la interesante pregunta emitida por Francisco Pitarch Tena a través de Linkedin

Mi bola de cristal es muy mala y no llego a ver claramente la trayectoria que a largo plazo "nuestras redes de ventas" pueden tomar, pero para empezar, no sin polémica, comenzaré diciendo que desde mi punto de vista, el comercio electrónico es una de esas redes, o canales, en los que se apoyan las compañías para incrementar su facturación. Con esta afirmación quiero desde el principio dejar claro el hecho de que el comercio electrónico forma parte de las redes de venta.

Dicho lo cual, y pensando en que posiblemente el emisor de la pregunta esté planteando la necesidad de la interacción personal como vehículo para el mantenimiento y/o incremento de las ventas; a continuación dejo, de la manera más escueta posible, mi percepción al respecto.

En primer lugar hay que tener en cuenta la información y la capacidad que tienen los compradores actuales del acceso a la misma. El comprador actual, normalmente, antes de salir a la caza real del producto, se ha procurado toda la información posible sobre las ventajas y desventajas de adquirir el bien ofertado por tal o cual marca (compañía), ha comparado distintas opciones y su decisión únicamente está pendiente de detalles mínimos que posiblemente dirimirá mediante la asistencia de un "profesional" (las comillas no son baladíes).

Con esto quiero decir que cuando el consumidor ya sabe lo que quiere, su fidelidad a una determinada marca y/o su único interés se enfoca en conseguir el producto necesario al menor coste posible, el comercio electrónico, el canal internet, en la inmensa mayoría de los casos será el rey, sin lugar a dudas.

Cuando el consumidor busca cubrir una necesidad pero no conoce cuales pueden ser los productos más adecuados, el consumidor no se siente confortable navegando por internet, el consumidor no cuenta con el hábito de usar un ordenador, tablet, etc., o simplemente el desembolso que debe hacer es alto y prefiere comprar “in situ” para conocer a quien está recibiendo ese dinero que con tanto esfuerzo ha conseguido,  posiblemente, huir del comercio electrónico será una buena opción.

Ahora bien, ¿qué desventajas nos encontramos cuando compramos “in situ” en comparación con el “comercio electrónico”?, veamos algunos ejemplos:

·      El vendedor no conoce tan bien como nosotros el producto que él está vendiendo y que nosotros necesitamos comprar.
·      No somos capaces de decirle que no al vendedor, esto a veces, nos provoca una decisión no reflexionada y que no se ajusta del todo a nuestra necesidad.
·      El precio del producto es sensiblemente superior al que nos cobran en tal o cual portal de internet.
·      Perdemos mucho tiempo, sobre todo en las grandes ciudades, visitando varios establecimientos para comparar precios. Este tiempo perdido será mucho mayor si acudimos a centros comerciales ubicados en los extrarradios de las ciudades, que nos obliga a utilizar el coche como medio de desplazamiento, donde nos vamos a encontrar aglomeraciones y en los cuales, la atención personal, en la mayoría de los casos, por falta de instrucción, de los vendedores va a dejar mucho que desear (piénsese que las grandes cadenas comerciales asumen el hecho de que el consumidor tienen una idea clara de lo que quiere y que por lo tanto el dependiente únicamente tiene que ponerle el producto en la mano al cliente y con la otra mano recoger el dinero correspondiente).
·      Si el producto comprado no está disponible en el mismo momento en el que procedemos a su compra, el tiempo de entrega a domicilio es, o puede ser, muy superior a lo que lo nos ofrecen desde internet. Además, si el comercio establece un cargo o un importe mínimo de compra, la desventaja de comprar “in situ” es más que palpable.

Por el contrario, ¿qué nos puede hacer rechazar el “comercio electrónico” en comparación con la compra “in situ”?, podríamos decir que:

·      En muchos de los casos no sabemos a quien compramos, esto nos crea inseguridad, sobre todo teniendo en cuenta que el 90% de las compras electrónicas se pagan antes de que recibamos el producto.
·      No tenemos la posibilidad de tocar y sentir el objeto que queremos comprar, ver su tamaño, su forma real, disponer de algo más que de una fotografía (en todas las dimensiones que se quiera).
·      En muchos casos, la falta de una política clara y rápida de devolución del importe en caso de que no quedemos totalmente satisfechos con el artículo comprado. Si tenemos en cuenta que el coste de los portes de devolución corren por cuenta del comprador, se añade un hándicap más.
·      En caso de que las existencias hayan sido agotadas, los plazos de entrega se extienden más allá de lo comprometido y genera insatisfacción.
·      No existe la posibilidad de consultar con personas, y véase que no utilizo la palabra vendedor, que puedan resolvernos las posibles dudas que podamos tener, en consecuencia, se trata de una compra fría y despersonalizada.
·  Determinados portales (por ejemplo los de espectáculos) cargan unos gastos de gestión desproporcionados que hacen que cada día más usuarios se planteen dejar de utilizarlos.

Sobre este último punto de los portales que venden entradas para espectáculos, parece contradictorio que las sinergias obtenidas por la venta “sin fronteras”, no jueguen a favor de los consumidores permitiendo que estos no se vean grabados por su uso. Si el comprador cibernético está siendo penalizado, ¿por qué las taquillas no son capaces de atraer a los asistentes?

Para finalizar y, ahora sí, en respuesta a la interesante pregunta planteada por Francisco, mi opinión es que el comercio electrónico no destruirá las redes de ventas, simplemente, al formar parte de ellas, las complementará (de hecho ya las complementa). Otros canales de venta pueden verse perjudicados pero no por el posible auge del comercio electrónico sino por la falta de atracción que paulatinamente vienen teniendo los canales tradicionales debido a la bajada en la calidad de los servicios ofrecidos a los compradores.

Será necesario revisar esos canales tradicionales, reflexionar sobre su pérdida de clientes y añadir en los mismos prestaciones adicionales que hagan atractivo para el consumidor acudir nuevamente al comercio. Mientras esto no se aborde es muy posible que la percepción de que el comercio electrónico destruye las redes de venta sea tema de debate. Mi percepción es que los canales tradicionales no son capaces de mostrarse más cercanos y útiles que el electrónico.

Nota personal: Como comprador y consumidor, utilizo el comercio electrónico para muy pocos productos que no puedo adquirir en persona y el noventa y ocho por ciento de mis comprar, porque tengo facilidad para ello, las realizo en mi propio barrio y sin necesidad de trasladarme a los extrarradios. Sufro el deterioro del servicio en los comercios pero aún así confío que algún día mejorará.

JC

martes, 24 de septiembre de 2013

Crónica de Mediocres 45


Quiero mucho a mi país, sí, a España; para mi es un buen lugar que reúne casi todo lo bueno que se necesita para vivir, para vivir tranquilo, sosegado, ayudando a su progreso unas veces y tomándose tiempo para uno mismo en otras, equilibrando lo que te da y lo que te exige, intentando igualarnos a todos en un marco legal que (salvo excepciones y despropósitos servidumbristas de políticos aferrados a los euros que nos arrancan de nuestra propia supervivencia) debería servir para que todos nos sintamos confortables.

Pero todo no es miel sobre hojuelas, para Alfredo Pérez Rubalcaba parece ser que esa igualdad entre todos los ciudadanos, entre todos los territorios y entre todas las comunidades que forman este complejo país, no es algo que esté bien planteado, esta persona, al parecer ha dicho “Cataluña tiene unos derechos que no están en la Constitución. Hay que reformarla para recoger las singularidades históricas” 
(http://www.ondacero.es/herrera-en-la-onda/entrevistas/rubalcaba-hay-singularidades-cataluna-que-conviene-recoger-constitucion_2013092400047.html y http://politica.elpais.com/politica/2013/09/24/actualidad/1380011834_564642.html), también ha recordado el hecho de que "un 70 o un 80% de los españoles no votaron la Constitución". Sobre esto último, quiero hacer ver que la Constitución actual no ha sido refrendada por los españoles.  La Constitución que sí fue sancionada por todos los españoles que en su momento reunían los requisitos para votar en el referéndum al efecto, fue la de 1978. Pero la Constitución ha sufrido dos modificaciones, una en el año 1992 y más reciente en 2011 (http://www.congreso.es/consti/constitucion/reforma ) tras las cuales, los ciudadanos no hemos sido convocados a consulta para manifestar si queremos o no esa “Carta Magna”.

Indistintamente de que se trate de Cataluña o de “la república independiente de mi casa”, la Constitución no puede ser objeto de reforma para el beneficio de un territorio por muchos quebraderos de cabeza que ese territorio esté dando. Si Alfredo Pérez Rubalcaba y su agonizante partido socialista pretende vía reforma Constitucional establecer derechos distintos a distintos territorios, estará admitiendo diferencias entre los ciudadanos, ciudadanos con más y ciudadanos con menos derechos de acuerdo a su lugar de residencia. Esto, de ninguna manera, debe tener cabida en lo que debe ser la norma básica de la convivencia ciudadana procedente de territorios, por supuesto, heterogéneos pero nunca superiores unos sobre otros.

Si finalmente los representantes políticos de los ciudadanos que en un momento determinado les han votado se decidiesen a realizar esa reforma constitucional, sería el momento de reivindicar el refrendo de todos los españoles a la nueva propuesta con el objetivo de que seamos las personas en las que reside la soberanía nacional, los que nos encargásemos de aceptar o rechazar una España en la que unos tendrían más derechos que otros, o lo que es lo mismo, tumbar un intento de Constitución que podría establecer un sistema de castas que la Constitución de 1978 no contemplaba.

Para finalizar, alertar a Alfredo Pérez Rubalcaba de que la debacle electoral a la que se enfrentó el PSC, seguramente quedará “ensombrecida” por próximos resultados del PSOE a la merced de sus propios méritos.

JC.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Crónica de Mediocres 44

La Lumbrera Wert

El ministro Wert está considerado como un lumbrera, un portento, un ser singular, hiper-preparado, excepcional, alguien de quien más allá de él mismo no puede haber otro más brillante, el ministro Wert es “La leche”. ¡Qué desperdicio de cerebro, inteligencia o como quiera calificársele!, ¡cuánta materia gris en tan mediocre sociedad!, ¡cuánta superioridad mezclándose entre el vulgo de los vulgos!, ¡cuánta admiración arrastrándose por España en lugar de levitar sobre el universo celestial de los dioses!, ¡cuánta incomprensión sufre este incalificable y sobre-natural ente extemporáneo!

Así las cosas, a “La leche”, y espero no haberle malinterpretado, no se le ha ocurrido otra cosa que llamar a la violencia, al ministro del autista Rajoy le parece poco la respuesta de la sociedad española a sus, en parte, mediocres medias incluidas en la ley de educación de aisladamente está desarrollando para después imponer a una sociedad que, con leyes como la de nuestro superpreparado ministro, la LOMCE, además de todas las precedentes,  se quiere que permanezca en ese estado de encefalograma que tanto les gusta a los políticos “peperos” y “sociatas” para mantener su “modus operandi” que podríamos resumir en: colgarse de nuestra yugular,  la de todos los españoles, hasta dejarnos secos, mientras sus cuentas corrientes, de los partidos e incluso las particulares, crecen y crecen.

“La leche” en otro de sus habituales vómitos, hoy 12 de septiembre de este nefasto 2013, ha tenido la desvergüenza de sentenciar: “… el nivel de discrepancia o conflicto que hay en España, se puede considerar una fiesta de cumpleaños comparado con lo que hay en Chile y en México…” ( http://www.rtve.es/noticias/20130912/wert-cifra-10000-nuevos-universitarios-se-quedaran-sin-beca-si-obtienen-55/746185.shtml desde el minuto 3 y 15 segundos al minuto 3 y 24 segundos ).  Como decía antes, espero no haber malinterpretado al sesudísimo ministro, pero al parecer la “discrepancia” de la sociedad española con su ley, al no llegar al nivel de violencia que reformas similares han tenido en Chile y en México, no merece atención ninguna para el autista Rajoy y para su inconmensurable ministro de Educación, el levitante Wert.

Sinceramente, no me siento confortable viviendo en un país en el que sus ministros incitan a la violencia popular antes de plantearse lo equivocado o no de sus tesis (o leyes).

JC

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