Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

sábado, 14 de junio de 2014

Crónica de Mediocres 60

El Muro de las Regeneraciones

Lo he encontrado, en mi inagotable esfuerzo por encontrar una fórmula para la regeneración de la degenerada clase política española, hoy, por fin, he dado un paso de gigante y he localizado un purgatorio para políticos Mediocres; está al alcance de todas las personas que se dedican a vivir de la política y que muestran y demuestran conductas deshonestas, corruptas y de desprecio hacia sus colegas y hacia aquellos a los que representan.

También sería aconsejable su uso por todas esas personas, razonablemente honestas, que han tenido, lo que podría llamarse, el honor de ser elegidas por los ciudadanos para otorgarles su representación ante este complejo sistema político que se hace llamar democracia  que forma de que la clase política. Y a estas personas les aconsejo su uso, debido a su tibieza y tolerancia ante sus corruptos compañeros con los cuales, de inexplicable manera, comparten espacio y responsabilidades. A mi me resulta incomprensible que no les expulsen de su lado y que permitan que una gran mayoría lleguemos, como ya sucede, a pensar que al final toda la clase política es una banda de saqueadores que se tapan unos a otros y que haciendo gala de una flexibilidad extraordinaria, muestran posturas muy similares a las que ya inmortalizaron los egipcios hace miles de años.

En la fotografía que acompaña a esta Crónica de Mediocres, la número sesenta, os muestro mi hallazgo, se encuentra en Madrid: para su exacta localización, diré que está en el número 24 de la calle de Serrano, en una tienda de calzados llamada Camper (que conste que esta gente no me paga nada, pero lo que me he encontrado ha sido tan revelador que no me queda más remedio que ser explicito en la mención).


El Muro de las Regeneraciones tiene dos vertientes, la derecha y la izquierda, hasta esto me ha gustado, en la vieja política se clasificaba a los partidos en de derechas y de izquierdas, y aquí pueden encontrar un muro para cada una de las dos facciones. Hubiese sido interesante que entre ambos lados hubiese un chaflán al que poder llamar centro, pero, pensando un poco, en realidad no es necesario debido a que salvo excepciones, mayoritariamente los partidos se auto califican de centro, y por eso a nosotros finalmente, no nos queda más remedio que tirar del viejo ordenamiento y etiquetarlos en derechas e izquierdas.

Bueno, que me estoy desviando, como podréis ver en la foto, El Muro de las Regeneraciones no entiende de colores, salvo unas pequeñas motas que no hacen más que consolidar la asepsia con la que su creador, seguramente y totalmente inconsciente esta la utilidad, quiso mostrar el lugar.

El Muro de las Regeneraciones es blanco y está plagado de zapatos, zapatos recios, bien sujetos a la pared y dispuestos a cumplir con su ignorada nueva función: la redención. Su uso es tan simple como su concepción. El blanco representa la candidez absoluta del elector cuando le presentan una lista electoral plagada de mediocres nombres de los cuales no se le da ningún tipo de información, pero se le exige que confíe a ciegas en ellos como personas sin tacha. Los zapatos muestran la decepción y la determinación del ciudadano cuando observa como se están gestionando los asuntos públicos, y ve como se le está ignorando como persona, como se le está tratando como un mero vehículo para alcanzar el poder y como es representado con los dineros que, según sus representantes y gobernantes, le cuesta a los diferentes gobiernos.

Hecho el preámbulo anterior, damos las instrucciones: el político, aquel o aquella, que quiera regenerarse, deberá personarse ante El Muro de las Regeneraciones y lanzarse de nalgas, preferentemente desnudo a cualesquiera de las facciones del Muro, los punterazos que en el violento choque sienta, será la materialización del acto que tantos y tantos habitantes de este país estamos reprimiendo desde hace lustros y que debido a nuestro sentido de la decencia y al fomento de la convivencia, no hemos querido llevar a cabo.  En el exterior, y para evitar salpicaduras en el supuesto caso de haber brotes de sangre, a través de los grandes ventanales de los que dispone el local en el que se encuentra lo que yo he visto como “El Muro de las Regeneraciones”, los ciudadanos podríamos observar el espectáculo y de alguna manera podríamos incluso a juzgar si o no ha habido regeneración.

Tengo serias tentaciones de pedir la expropiación de este local de Serrano 24, no se si hacer una petición vía Change.org, mediante la cual además de la expropiación en si misma, se podría solicitar una ley orgánica mediante la cual se obligase a los políticos indignos a tirarse en pompa contra la representación de las punteras de los zapatos de los ciudadanos, ¿conseguiría muchos apoyos mi petición?, sinceramente, creo que sí.

JC


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