Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Crónica de Mediocres 5


¡Ah! la SGAE, ¡qué gente!, nadie en este país ha hecho más presión para que se legisle  para llenarle lo bolsillos, de una forma tan descarada, a un grupo tan reducido de particulares, me estoy refiriendo al canon digital: a dinero. Esta gente ha conseguido que se cree un impuesto que va a parar directamente a bolsillos privados. Si tendrán capacidad de influencia que han conseguido hacer ministra a una de los suyos, a la González-Sinde, para aquellos que no sean capaces de identificarla, les doy una pista: la de las orejas.

González-Sinde, en mi opinión, y por si alguien no lo sabe, es juez y parte. La ministra, desde su nombramiento, está legislando para sus propios intereses, para los intereses de sus amigos, para los intereses del gremio de “autores”. Por decirlo de una forma gráfica, el gobierno ha puesto a la zorra a cuidar a las gallinas. Esta mujer no ha sido honesta, tenía que haber rechazado el ofrecimiento de nombramiento.

Esta gente, los autores, han conseguido que la mayor parte de los ciudadanos, entre los que me encuentro, tengamos que pagarles, por ley, sin recibir nada a cambio, me explico: cualquier dispositivo electrónico con capacidad de almacenamiento, grabación y/o reproducción, es gravado con una cantidad variable de euros, para que esta pobre gente cobre por la cara, en otras palabras, por orden del gobierno meten mano en nuestros bolsillos sin la menor vergüenza. Las mafias, al menos, ofrecían protección.

El canon digital es quizás uno de los mayores reflejos de la idiosincracia de los legisladores y de los gobernantes españoles. Los primeros legislan arbitrariamente, sin pensar en el fondo de la cuestión, los segundos, el poder ejecutivo, en el nivel que sea, se inhibe, no hace cumplir la ley, como la cosa se penaliza por adelantado, pueden echarse a dormir sin que nadie les moleste. El canon digital nos trata a todos como delincuentes y en consecuencia tenemos que pagar, sin recurso, por lo que ellos dicen que son nuestras faltas.

Si los gobiernos de España fuesen honestos, perseguirían la piratería localizando a los piratas y les aplicarían las penas que desde antiguo ya estaban establecidas.

Ayer la SGAE volvió a ser noticia, OTRA VEZ POR DINERO. A falta de que las investigaciones avancen, la instrucción se cierre, el juicio se celebre, haya sentencia, se recurra, se resuelva el recurso y en definitiva de que toda esa maraña justiciera acabe, los españoles , una vez más, puede que hayamos sido robados, en este caso por aquellos que, de alguna manera, impulsaron un impuesto para resarcirse de lo que supuestamente les estábamos robando. Entonces, ¿qué haremos?, ¿no deberíamos denunciarlos?, yo me apunto.

Por último y para que conste, declaro que me siento robado, que toda la música que poseo, todas las películas que tengo, todos lo libros de mi casa han sido legítimamente comprados, que nunca he comprado en el “top manta”, que no he pirateado, que pago una pasta a mi proveedor de internet y sin embargo, resulta que por cada CD, DVD,  iPod, teléfono móvil, ordenador, mp3, usb, etc., que he comprado, y compraré en el futuro, he pagado y, si los mediocres políticos que legislan no lo impiden, pagaré a los “autores”, MALDITA LA GRACIA.

JC

Publicado el 2 de julio de 2011

Crónica de Mediocres 4

Sin democracia
 
Esta semana, con motivo de los incidentes producidos frente al recinto del Parlamento de Cataluña (incidentes que por cierto confirman la teoría de que, entre la masas casi todo el mundo se vuelve borrego al dictado del pastor), hemos oído una y otra vez, desde las derechas hasta las izquierdas, llegando incluso a recuperar los rebuznos de un  estratosférico pseudo-político catalán, afirmaciones similares a que: los políticos que ocupan concejalías, sillones de diputados en las cámaras autonómicas y en el Congreso de los Diputados, sillones de Senadores, etc., etc., etc. han sido elegidos libremente por los Ciudadanos.

Discrepo totalmente con ese enfoque, nuestra ley electoral, no nos permite elegir libremente a nuestros representantes, nuestra ley electoral deja en manos de los partidos y de las formaciones políticas, el incluir a las personas que en un momento determinado engrosarán una lista electoral y a las que nosotros, sin más capacidad de decisión tendremos que votar (los que voten). En la mayoría de los casos esas listas electorales se  confeccionan eligiendo a dedo, sin votación alguna, a aquellas personas que son de la máxima confianza de las ejecutivas, es decir, se incluyen ellos mismos, sin que las bases de esas formaciones políticas tengan ningún derecho a aceptar o no a quienes figurarán como candidatos. Aún en los pocos casos en los cuales los elegibles han sido seleccionados con métodos democráticos, su selección final por parte de los ciudadanos, no puede ser calificada de elección libre.
Para que un representante pueda sentir el orgullo de haber sido elegido libremente por los Ciudadanos, para que se sienta legitimado por éstos, debe darse la circunstancia de que su nombre y apellidos sean explícitamente separados, como el grano, de tanta paja. Que no nos den listas, que nos den nombres, capacidades, experiencias, seriedad, compromiso, ideas, honradez, iniciativas, ilusión, carisma y todo aquello que distingue a un líder de un mediocre. Nosotros, los Ciudadanos nos encargaremos de confeccionar la lista final de los que nos representarán y gobernarán nuestros Ayuntamientos, Cámaras Autonómicas, Congreso y Senado. Si además consiguiésemos elegir directamente a nuestros Alcaldes, Presidentes de Cabildos, Diputaciones y Autonomías y al mismísimo Presidente del Gobierno de España, no habría tanta fractura entre la clase política y los PAGANOS.

En definitiva, es de ser responsable cuando se pide a los cuatro vientos, cambios en la ley electoral, cambios que en todos los estamentos del Estado, deben permitir:
-  Que cada cual elija directa y nominalmente a sus representantes
- Que los Ciudadanos elijamos directamente a nuestros Alcaldes, Presidentes de Diputaciones, Cabildos y Autonomías y Presidente del Gobierno del Estado, al Jefe del Estado.
-  Que las distintas asambleas de representación (ayuntamientos, cámaras autonómicas,  congreso de los diputados y senado) estén compuestas por aquellas personas que han obtenido el mayor número de votos
-  Que se inhabilite de por vida, para ser elegible, a todas aquellas personas que hayan sido condenadas por todos esos delitos alrededor de la corrupción, a los que determinados políticos se empeñan en darnos a conocer día a día en España.

Cuatro medidas muy sencillas pero que nuestros políticos jamás tendrán el valor de implantar.

JC

Publicado el 19 de junio de 2011

Crónica de Mediocres 3

Desvergüenza Total

Nuestros políticos son “maravillosos”, lo están consiguiendo, su nivel de popularidad y en consecuencia la valoración, según las encuestas del CIS (barómetro abril 2011), que los ciudadanos hacemos de ellos, les ha llevado a ser considerados (concretamente a “La clase política, los partidos políticos”), el quinto problema que más nos afecta personalmente.

Pero ellos ya lo saben, aguantamos todo, o casi todo. A lo mejor, el día en que su desvergüenza sea total e intenten ponernos directamente la bota en el cuello o meter sus “delicadas” manos en nuestros bolsillos, a lo mejor, decía, ese día comenzaremos a revolvernos, a ponerle freno a ese desprecio que nos muestran. Entonces será cuando digamos: no me quieras sólo en época electoral, quiéreme y mímame también los cuatro años siguientes.

Estos días hemos visto como otro grupo de ciudadanos, que también, al igual que los políticos, están muy lejos de la sociedad, privilegiados ellos, se han revelado. Sólo tres personas han conseguido incomodarles un poco, no mucho, lo suficiente como para haberse dado cuenta de que incordiar al poder judicial puede generar ruptura, que puede ser muy grave.

Estamos acostumbrados a ver como jueces, magistrados y fiscales son atacados, sutilmente la mayoría de las veces, directamente en otras ocasiones. Los políticos, los mediocres por supuesto, son descaradamente metijones y dependiendo de la situación sobre la que los tribunales tengan que manifestarse, intentan demonizar las consecuencias  de todo fallo que no se ajuste a sus intereses, ideología y rédito electoral.

Pues ahora, tres magistrados, o para ser más correcto, una magistrada y dos magistrados , del Tribunal Constitucional han dicho basta, les han dicho: señorías, nuestro mandato como miembros del Tribunal Constitucional se ha acabado, estamos fuera de la ley y ustedes tienen la culpa, acaten la Constitución, pónganse a trabajar, lleguen a acuerdos y renueven este maltrecho y desprestigiado Tribunal. Esto puede ser el inicio de algo importante, el tiempo lo dirá.

Todavía falta mucho hasta que fiscales y magistradas, y magistrados, del Tribunal Constitucional pierdan la servidumbre que actualmente tienen para con los políticos, pero  con suerte, si éstos siguen maltratándolos, a lo mejor exigen ser totalmente independientes y los ciudadanos podemos disponer de un poder judicial más independiente que el actual.

Los ciudadanos por nuestra parte debemos gritar bien alto que queremos un Poder Judicial (Fiscalía y Tribunal Constitucional) totalmente independiente, un Poder Judicial que en sus deliberaciones y fallos no tenga que preocuparse de no pisarle los callos a quien lo ha elegido, un Poder Judicial que grite y pida, y que no ceje hasta conseguirlo, todos los medios necesarios para que de una vez, en España, podamos decir que hay Justicia, sí con mayúsculas.

JC

Publicado el 15 de junio de 2011

Crónica de Mediocres 2

Políticos del siglo XIX, ¡dónde estáis! 
Decía Loquillo el otro día, lo vi y oí en televisión, que los políticos que tenemos, son del siglo XIX. No estoy de acuerdo con él; del sentido de la responsabilidad que tenían los políticos en aquel siglo es de lo que precisamente adolecen los que actualmente tenemos.  Y ese sentido de responsabilidad diferencia a un buen político de uno mediocre, por no decir malo. Otra de las cualidades de los políticos decimonónicos era la lealtad a los ciudadanos; esa lealtad, los políticos de hoy sólo la mantienen para con sus bolsillos. Sí puedo estar de acuerdo con Loquillo, si a eso se refería, en que la distancia entre la clase política y los ciudadanos que los mantenemos, cada vez es mayor.

Nuestros políticos, los actuales, estos que mangonean hasta dejarnos sin gota de sangre, han entrado en el siglo XXI a la velocidad de la luz, quieren estar por delante de todos nosotros, tres, cuatro, cinco, seis metros, o kilómetros mejor, quieren adelantarse a todo y a todos, el que da primero da dos veces y siempre buscan la forma y la fórmula para dar con algo nuevo con lo que dar primero y así, entre golpe y golpe, nos tienen desorientados y ya sabemos que la desorientación no deja reaccionar, al menos de una forma racional y coherente, con lo que es probable que volvamos a recibir.

Y para continuar en ese delirante masoquismo, los electores, entre los que no me incluyo, les dan más confianza, es decir afianzan, a aquellos que han estado involucrados en dudosas relaciones, con dudosos empresarios, que con una preocupante  desvergüenza  han conseguido incrementar sus patrimonios, en unos órdenes de magnitud que ni el mismísimo Rockefeller, el paradigma de la máquina de hacer dinero, hubiera imaginado.

Puedo comprender la candidez de los muchos votantes que todavía quedan, aquellos que se aferran a una pretendida sensación de control en la conformación de los distintos órganos que en diferentes niveles nos gobiernan, pero lo que no alcanzo a asimilar es el hecho de ver como se premia al que ha pecado, o al que supuestamente ha pecado.

Una buena medida profiláctica, casi quirúrgica y sobre todo preventiva, sería dejar sin ningún tipo de representación, a aquellas listas que hayan tenido el dudoso acierto de incluir a personas que han sido o están siendo objeto de investigación por posibles delitos de corrupción.

En España la justicia no existe, o es extremadamente lenta, por lo que los ciudadanos no pueden cerrar los ojos y permitir que perduren elementos que han demostrado total desprecio y aprovechamiento, para el propio lucro, del régimen democrático.

Como siempre, lo antedicho son sólo opiniones, espero no molestar a nadie.

JC

Publicado el 13 de junio de 2011

viernes, 28 de septiembre de 2012

Crónica de Mediocres 1


Preámbulo
Hoy voy a iniciar, a ver si soy disciplinado y lo consigo, esta crónica llamada de mediocres y sí, sí va de política, mejor dicho, de políticos, de esas personas que por el hecho de haber sido incluidos en una papeleta electoral, en muchos casos con dudosa legitimidad, se creen con el derecho de manejarnos la vida, de vivir de nuestro dinero, de apropiarse de  lo que no es suyo, de quedarse con lo que es nuestro; de darnos la espalda.

De todos esos y esas tratará la Crónica de Mediocres, y ¿por qué la he llamado crónica de mediocres?, pues la respuesta es muy sencilla, las listas electorales que nos imponen los partidos y demás agrupaciones políticas, están llenas de mediocres, la mayoría de esas personas que con tanto protocolo han rellenado las distintas relaciones de acólitos, son hombres y mujeres de paja que cumplirán escrupulosamente las consignas recibidas desde su jerarquía, cuyo guión no abandonarán por dos motivos, el primero y más duro: se verán obligados a pensar por si mismos y esto hay que evitarlo; el segundo motivo es: en las siguientes elecciones podrán verse excluidos y perderán ese parné que tan poco les ha costado conseguir.

La mayoría de las veces, “nuestros representantes” no han realizado una sola actividad productiva, son siervos de sus formaciones y tras éstas mismas se esconden y autojustifican sus méritos para creerse el honorable merecimiento de representar a ciudadanos que en la mayoría de los casos, no conocen, no respetan y no les importan.

Voy ha poner dos ejemplos muy simples y a la vez ampliamente ilustrativos:

En una ocasión, hace varios años, envié a todos los miembros del Congreso de los Diputados, vía correo electrónico, una petición para que se tomasen en serio la modificación de la ley electoral para implantar listas abiertas y una única circunscripción, el resultado fue este: más del 85% de los correos electrónicos enviados no llegaron a sus destinatarios porque sus buzones estaban llenos (o lo que es lo mismo, pasaban soberanamente del correo electrónico abierto hacía los ciudadanos). De los poquitos que recibieron mi correo electrónico, sólo me respondieron dos. Como veis, es muy ilustrativo.

El segundo ejemplo, es muy simpático, tiene que ver con la Comunidad de Madrid, si enviáis una queja o reclamación vía web, recibiréis, casi de inmediato un correo electrónico diciendo: “Le agradecemos la presentación de su escrito, que nos ayuda a mejorar los servicios que la Comunidad de Madrid presta a los ciudadanos. No dude en contactar con nosotros para cualquier consulta adicional.”. 
Después de este simpático email, nada de nada de nada. Mi lectura es que los políticos piensan algo así como, ponemos una web para que los ciudadanos crean que queremos tener relación directa con ellos, después no hacemos ni caso a lo que recibamos y ¡ya estamos en la sociedad de la información!

Bueno, de esto irá esta Crónica de Mediocres, espero no aburriros. Una cosa antes de acabar, estas son opiniones, espero no molestar a nadie.

JC

Publicado el 11 de junio de 2011

Sobre Crónica de Mediocres


Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros. Espero que os guste.

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