Es triste, es muy triste comprobar la baja moralidad de algunos políticos de esta España que me duele cada día más y más. La indecencia, en este caso, ha llegado de la mano del PSOE en el Bierzo. Aquellos socialistas ponferradinos se han valido de un violento machista, formalmente condenado, para agarrar la alcaldía de la llamada capital berciana. Aquello de que "el fin justifica los medios" ha tenido otro nuevo despreciable ejemplo y nos muestra la disposición de gente sin escrúpulos que, bajo una falsa apariencia de "salvadores", aprovechan al más mezquino de los mortales, el violento machista, para ascender a la columna de madera desde la que mearse en los ciudadanos.
Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES
Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.
He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.
Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.
sábado, 9 de marzo de 2013
Crónica de Mediocres 38
Es triste, es muy triste comprobar la baja moralidad de algunos políticos de esta España que me duele cada día más y más. La indecencia, en este caso, ha llegado de la mano del PSOE en el Bierzo. Aquellos socialistas ponferradinos se han valido de un violento machista, formalmente condenado, para agarrar la alcaldía de la llamada capital berciana. Aquello de que "el fin justifica los medios" ha tenido otro nuevo despreciable ejemplo y nos muestra la disposición de gente sin escrúpulos que, bajo una falsa apariencia de "salvadores", aprovechan al más mezquino de los mortales, el violento machista, para ascender a la columna de madera desde la que mearse en los ciudadanos.