El
Titiritero: Enemigo y Escarnio Público
Cuanto me duele esta España, cuanto me
duelen sus habitantes, su justicia, su prensa, cuanto me duele la mayoría de
sus políticos y cuanto desprecio a esa mayoría. La rancia España está viva, la
España cobarde impera, la España de la legislación para “roba gallinas”, se
ceba implacablemente contra el más humilde de los oficios, otrora, callejeros,
EL TITIRITERO.
El poder ejecutivo y el poder judicial,
espoleados por la caspa más sangrienta que ha dado este país, entiéndase
vengadores contra los nuevos aires, no sé si buenos o menos buenos, que se
asientan en la representación ciudadana, han querido proyectar su iracundo
carácter, contra el consistorio madrileño y las víctimas colaterales han sido
dos personas que desarrollaban una representación carnavalesca, que en
cualquier sociedad adentrada en el siglo XXI no se hubiese calificado más allá
de una simple sátira social.
Dos personas han sido privadas de
libertad durante cinco días porque la canalla dominante odia a todo aquel que,
bajo las reglas democrática que ellos mismos han definido, ocupa o puede llegar
a ocupar lo que ellos creen, están convencidos, que les pertenece, que es suyo,
que no puede ser de nadie más.
Dos personas han estado encarceladas
porque la impotente canalla no ha podido sacudirse al actual gobierno del
ayuntamiento de Madrid. La canalla rabia desde que ve como se mueven esos
cimientos que pensaban que iba a mantenerla eternamente con sus sucios
colmillos hundidos en las yugulares de la ciudadanía, en las yugulares del
pueblo.
Hoy, cinco días después de haber sido
injustamente humillados, engrilletados e insultados (por políticos, la más
rancia prensa y los ignorantes que han prejuzgado en base a información
manipulada), Raúl y Alfonso, han obtenido la gracia de poder volver a la calle,
a sus casas. Pero para que no se olviden que tienen que pagar las hipotéticas
culpas de otros, léase Podemos, según he podido leer en la prensa y oído en la
radio y la televisión, tendrán que fichar todos los días, tendrán su capacidad
de movimiento restringida y sus pasaportes les han sido retirados. Tamañas
medidas no han sido tomadas en España contra ninguno de los cientos de ladrones
que al amparo del ppsoe, han esquilmado las arcas de lo público y van camino de
esquilar nuestros propios bolsillos.
No concibo, y me angustia pensar cual es
el fin, que la principal amenaza de España sean dos titiriteros que en
carnavales realizaban una representación que, está claro, no le gustó a
alguien.
No concibo, y también me angustia, que
las vergonzosas representaciones a las que hemos asistido, o por lo menos nos
han mostrado los medios, en el congreso de los diputados, no hayan sido
merecedoras de habérseles aplicado, esa vara tan dura que recibieron Alfonso y
Raúl.
No concibo la hedionda postura de
determinados miembros del gobierno en funciones (que tanto se encomiendan a su
dios) y del corrupto partido que lo sustentó, amedrentando a la sociedad porque
otros pueden llegar a ocupar el espacio que ellos llenaron durante los últimos
interminables y nefastos años.
¡Titiriteros!, por la parte que me toca
como español, os pido disculpas por el maltrato que habéis recibido de esta
sociedad. Que ese escarmiento, que a través de vosotros han querido darle a
otros, no os aparte ni un ápice de vuestra libertad. ¡No cambiéis!
Por último: a todas aquellas personas que
se quedaron en el fácil titular de prensa voceado de norte a sur, enteraos bien
de lo que se representaba y como se sucedían todos esos elementos que tan caro
les ha costado, y les está costando, a estas dos personas. Cuando se conoce lo
realmente ocurrido y se analiza fríamente, la conspiranoia toma sentido.
JC
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