Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

martes, 21 de mayo de 2013

Crónica de Mediocres 42

 
El Partido Popular, con carácter general, a través de las comunidades autónomas en las gobiernan y especialmente desde la Comunidad de Madrid, se ha marcado el asombroso objetivo de dejar en la cuneta a la Sanidad Pública tal y como la hemos conocido desde hace lustros y hasta no hace mucho.
           
La Sanidad Pública parece ser, junto con las pensiones y la educación pública, la bestia negra de todos los males que aquejan a nuestra economía. Parece ser que el rebajar al mínimo las prestaciones que son pagadas con nuestros impuestos y que, entre otras cosas, es el único mecanismo por el cual los ciudadanos vemos reembolsada nuestra aportación a la “caja común”, es el único camino que se les ocurre a los administradores, léase políticos, para llegar a cuadrar unas cuentas que ellos mismos han sido los responsables de desequilibrar hasta el punto de llevarnos a una banca rota virtual.

Pero siguiendo con el asunto sanitario, decía que el Partido Popular está poniendo todo su corazón para que su declive justifique el poner en manos privadas nuestros dineros, para mejorar en eficiencia aquello que ellos mismos, por desconocimiento e ineptitud, han llevado a una situación de depresión total.

En la Comunidad de Madrid, el modo de operar, de los dirigentes del Partido Popular, es tan sencillo como burdo y escandaloso. Es posible que la gestión de los recursos públicos para darnos a los madrileños una sanidad de calidad, no ha estado siendo la mejor, pero de ahí a que la solución pase por poner en manos de empresas privadas esa gestión, es tan temerario como incomprensible. Por otra parte es verdad que nuestra sanidad, gestionada por políticos (muchos de ellos con un egoísmo visceral, babeante, ante la pasta que pueden llevar a sus bolsillo, cuando pasen a formar parte de esas empresas a las que quieren traspasarle nuestra sanidad), continuará ahondando la sima y obligará, llegado el caso extremo, a cerrar lo que, aún hoy, ha sido ejemplo de prestación sanitaria a nivel mundial.

No se comprende como puede mejorar un sistema, en este caso el sanitario, si se le recortan los presupuestos y adicionalmente se le lleva a un segundo recorte motivado por los beneficios que la empresa, o las empresas que gestionan, necesariamente deben realizar.

Nuestros políticos, en este caso los del Partido Popular, son vagos por naturaleza, no quieren comprometerse, en la mayoría de los casos por ineptitud, en mejorar las prestaciones a la ciudadanía y ahora que la patata está podrida, quieren pasársela a otras manos (en este caso privadas) para que intenten reencauzar aquello que ellos llevaron al desastre.

Y como nuestros políticos son vagos y quieren eludir responsabilidades (si las cosas van a peor siempre tendrán a los adjudicatarios para echarles la culpa), no se han parado a pensar que nuestro sistema sanitario dispone de gestores más que capacitados para la administración de nuestros recursos de la manera más adecuada para equilibrar las prestaciones que se nos ofrecen a la ciudadanía con el presupuesto disponible. No está demás recordarle a los políticos, el hecho de que la nefasta deriva en la que estamos se debe a la errónea decisión de desplazar a los gestores profesionales, aquellos que aprobaron oposiciones, para beneficiar a aficionados cuyo único mérito se basa en llevar en la boca el carné del partido.

Así pues, a los dirigentes del Partido Popular habría que recordarles la inmensa cantidad de firmas que desde la llamada “marea blanca” se han recolectado y que están diciéndoles que se dejen de experimentos, que dejen que la sanidad sea gestionada por empleados públicos, que dejen de pensar en darle beneficios a “amiguetes” y “renegados” y que ellos, los políticos, olviden esas nefastas prácticas que durante lustros han llevado a cabo, hipotecando lo que es de todos, para satisfacer sus intereses cortoplacistas. 
A los empleados de esta Sanidad Pública, sanitarios, habría que pedirles mayor compromiso, más responsabilidad, no desde el orden profesional que ya han demostrado ser de los mejores del mundo, sino de la eficiencia,  y de las buenas prácticas.

A los otros empleados de esta Sanidad Pública, los administrativos y administradores, habría que pedirles también mayor nivel de compromiso, mayor complicidad con los usuarios, disposición para ganarse día a día el puesto de trabajo que ocupan, demostración de ánimo y abandonamiento de esas expresiones cansinas que tantas veces muestran.

A todos los empleados de esta Sanidad Pública, sin excepciones, habría que pedirles que abandones los tratos de favor hacia familiares y amigos, que no “sustraigan” para su usos particulares los materiales que tanto dinero nos cuesta comprar, que sean empleados ejemplares en un sistema sanitario ejemplar.

Los ciudadanos, a través de nuestras firmas, nuestras manifestaciones en la calle y nuestro apoyo a los empleados públicos, hemos apostado por continuar confiando en un sistema que demostró ser ejemplar. Esperemos que se derritan los tapones de cera de estos gestores aficionados y temporales, como Fernández-Lasquetty (anteriormente Lamelas, Güemes, etc.), y que den marcha atrás en su empecinamiento de implantar un modelo que en otros países ya demostró ser un auténtico fracaso.

Para finalizar, y como ejemplo del acoso al que se está sometiendo a lo que es de todos, detallar la burda manipulación que desde la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se realiza para desviar a usuarios (o pacientes, como ellos nos llaman) a manos privadas: Usuarios de la Sanidad Pública están recibiendo cartas o llamadas por teléfono para comunicarles que, ante una prueba diagnóstica, una intervención quirúrgica, etc., y debido a la lista de espera, para ser atendidos antes, serán derivados a una entidad concertada. El rechazo de esta opción, y así se le  hace saber al usuario por escrito u oralmente, les implicará ser dados de baja para ser atendidos.

Hospitales de la red publica madrileña como son La Paz, Ramón y Cajal, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, se encuentran en estos momentos con déficit de pacientes debido a la práctica antes descrita. No tiene apenas lista de espera, es un claro síntoma del deseo de los políticos del Partido Popular por acabar con lo que tanto tiempo nos costó conseguir.

Otro de los hechos que pone bajo sospecha las prácticas defenestradoras que desde la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se están implantando para la disolución de nuestros activos sanitarios, es el hecho de que las pruebas diagnósticas realizadas en entidades concertadas, al no contar con un protocolo homologado al que se lleva a cabo en el sistema público, en un alto porcentaje, son inválidas y tiene que volver a realizarse por no ofrecer los resultados esperados, entre estas pruebas se encuentran electromiografías, ecografías, colonoscopias, etc.

J.C.

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