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Sugerencias para (Mantener) el Equilibrio Emocional en el Trabajo
Dirigido tanto a aquellas personas que se
inician o llevan poco tiempo inmersos en entornos profesionales, así como a
aquellas otras ya bregadas en la vida laboral, aquí expongo una docena de
sugerencias que, como el título dice, podrían ser de utilidad para el
equilibrio emocional en la dura tarea de ganarse la vida. Los doce puntos que a
continuación se enumeran tienen como base mi propia experiencia, o lo que es lo
mismo han sido puestos en práctica por mi mismo y me siento realmente
satisfecho del provecho que de su seguimiento he obtenido, para conseguir la
suficiente fortaleza que me ha permitido sobrevivir sin traumas en el complejo
y agresivo entorno profesional de las TIC.
Espero que esta aportación pueda seros de
utilidad:
1. Allá en donde estés, y desde el minuto
uno, debes conocer cuales son tus dependencias y hasta donde llegan tus
influencias. Esto te evitará decepciones y te permitirá ser el director de tu
propio destino.
2. Sé tu mismo, no intentes impresionar a
otras personas imitando los comportamientos de otras a las que puedas admirar,
esa es una difícil misión que te hará fracasar a no ser que superes a tu modelo,
desde tu propia personalidad.
3. Intenta ser regular y no generar
expectativas más allá de tus posibilidades, toma riesgos, son necesarios para
evolucionar, pero no dejes que un exceso de ambición trunque tu meritoria
carrera profesional. Todo requiere tiempo.
4. Pon a prueba hasta que punto eres
respetado. Desde los primeros momentos en cualquier asignación/destino/empresa
debes analizar como estás siendo valorada, la apreciación por tu parte de cuan útil
es el trabajo que estás realizando es uno de los principios que te ayudarán a
mantener tu equilibrio emocional.
5. Mantén la calma y no abandones, el desarrollo
profesional y la consecución de los objetivos personales llevan tiempo, mucho
tiempo, no hay atajos. Muévete como los escaladores, antes de soltar una mano
y/o dar un paso, asegúrate que tienes un apoyo firme, solo entonces debes
decidir el nuevo paso.
6. Sé crítico, contigo, con el trabajo que
realizas y con la compañía para la que trabajas. Tienes que aprender a auto exigirte,
esto te llevará a la mejora continúa. Tienes que exigirles a tus responsables
los medios necesarios para el mejor de los desempeños. Tienes que exigirle a tu
empresa respaldo, confianza y recompensa, si no son capaces de darte
respuestas, quizás no estés en el sitio adecuado.
7. Si conoces una mejor forma para hacer las
cosas, documéntalo y exponlo, que no te dé miedo. Si tus ideas son rechazadas, piensa
en cual puede ser el motivo y mejóralas. Si son inmejorables, piensa y házselas
llegar a quien identifiques como la persona realmente decisoria al respecto. Si
no te hacen caso y estás convencido, ¡sáltate el escalafón!
8. Muéstrate sin complejos y no aceptes
responsabilidades si piensas que aún no estás lo suficiente maduro para
asumirlas. Si estás trabajando en un entorno de mutuo respeto, renunciar a una
nueva posición te consolidará como aliado y te reforzará como profesional, siempre
que plantees un plan de mejora que te permita en el corto o medio plazo volver
a ser tenido en cuenta. Si tu entorno no comprende una dilación, seguramente no
merezca tu dedicación.
9. Respeta y reconoce el desempeño de tus
compañeros y superiores, piensa que su esfuerzo los ha llevado al puesto que
ocupan, no obstante, comunícales respetuosamente tu discrepancia, si observas
comportamientos y decisiones no adecuados.
10. Reconoce el trabajo de tus supervisados, de
ellos depende tu progreso, instrúyeles en la excelencia y comparte con ellos
tus impresiones sobre su desempeño. Corrige con humildad y piensa, de ser
necesario, en cambiar una asignación por otra más adecuada a sus capacidades. Cada
uno de los miembros del equipo tiene su responsabilidad y todos tienen la misma
importancia, cuida el trabajo en equipo y no permitas que la holganza de algunos
empañe el trabajo de los otros. Recuerda el tan acertado “el éxito para el
equipo y los desaciertos para el responsable”
11. Comparte tu conocimiento y experiencia,
es una inmejorable manera de devolverle a tu entorno parte de lo que de él has
obtenido. No tengas miedo en hacerlo, sólo tu propia inseguridad podría jugar
en tu contra por compartir.
12. Sé ético y demuestra tener valores, no
abuses, no impongas, sé colaborativo, accesible, respetuoso con todas las
personas de tu área de influencia, desde los subordinados hasta el más exigente
de los clientes, tu actitud te precederá allá a donde vayas. Y sobre todo, se
consciente de que es imposible agradar a todos, asumiendo que, lamentablemente,
la ética y el respeto puede generar más rechazo que las actitudes groseras,
despectivas y despreciables.
Para finalizar no está de más recordar que, salvo excepciones, trabajamos porque hay alguien que necesita y está dispuesto a pagar por nuestros conocimientos y experiencia. Nadie paga para cubrir nuestras necesidades básicas y nuestros “lujos”, esto es superfluo para el pagador, es por ello por lo que cada euro tendremos que ganárnoslo.
JC
¡Qué crónica tan ingeniosa y certera! Un placer volver a leerte.
ResponderEliminarSaludos, Lydia vVntura
Lydia, muchas gracias por leerme y saludarme. Un abrazo muy fuerte mi doctora.
EliminarHola Juan Carlos. Creo que no podrías estar más acertado. Has sintetizado todo un comportamiento que deberíamos seguir, aunque sea a nuestra manera, cada uno de nosotros. Muchas gracias por exponerlo. Un abrazo.
ResponderEliminarNacho, muchas gracias por leerme y por el comentario. Un abrazo.
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