Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Crónica de Mediocres 49


Dos Años Larguísimos

Han sido dos años larguísimos, sólo dos años y la sensación es de que han pasado décadas (de alguna forma así ha sido, décadas en retroceso, quizás algún siglo), un 21 de diciembre los españoles salíamos de un gobierno nefasto para entrar en otro abominable (los adjetivos se acaban, no seremos capaces de soportar algo peor). Zapatero parecía, era, una marioneta, con él todos los españoles, pero el autista Rajoy, que también podría ser llamado el Ciego, ha entrado en la categoría de títere, nos ha llevado a todos a una la categoría comparable con la era feudal.

España pasa por una grave crisis y no es económica, es de carácter, es de convicción, es de identidad, es de falta de autoestima, es de entrega, de resignación, de valor y de valores. Rajoy representa muy bien la rueda en la que nos hemos metido los españoles, es fiel reflejo de una sociedad carente de reflejos, abandonada a un destino de mediocres hundida en un barrizal de inoperancia y entre tanta decadencia, sin capacidad de asumir la propia responsabilidad, mira hacía otro lado y culpa de todos sus males a la perversidad de aquellos otros que, acertadamente o no, se apalanca en este pueblo de falsos orgullosos para enriquecer sus propios egos.

En estos días de cumplen dos años del principio de la nueva realidad española, realidad encarnada por Mariano Rajoy, el Ciego Autista, una realidad que se ha forjado al dictado de los bárbaros del norte, de aquellos que grano a grano, piedra a piedra fueron durante un par de décadas comprando un país que, desconocedor de su propio potencial y aceptando un modo de vida falso, quiso vender su esencia para entrar en un club para el cual sus colmillos no estaban lo suficientemente afilados.

La estrategia de los norteños, gente paciente y que sabe que las conquistas son más exitosas cuanto más incruentas hayan sido, ha llegado a su cénit, esperando el grado justo de madurez, con este nefasto gobierno del posiblemente más impopular de los populares gobiernos posibles, el de Rajoy.

Durante el gobierno del nefasto Rajoy, el Ciego Autista y el ejecutor, las reformas necesarias para comenzar a ser el “asia” de Europa, se han consolidado, la mendicidad de estado se ha instaurado, la entrega de sus ciudadanos al circo del dinero ha quedado definitivamente instaurada para muchas décadas. OCDE, FMI, UE, y todas las siglas que podamos imaginar, han presionado y hasta estrangulado hasta que han conseguido de “el autista”, la respuesta que esperaban: españoles, montad en el sur de Europa algo equiparable a China e India, españoles, montad un laboratorio, que nosotros subvencionaremos, en el que poder experimentar las más opresoras medidas contra los trabajadores a modo de lo que teníamos a finales del siglo XIX. Y Mariano Rajoy, el Ciego Autista, valiente como pocos han demostrado, asumió como su más firme empresa aquello que el Zapatero tímidamente comenzó.

Hoy, dos años, dos larguísimos años después, España se desmiembra y acentúa las diferencias entre sus clases sociales aumentando la población entre los más pobres y aumentando la riqueza entre los ricos, la clase media, maltratada, también se empobrece y pierde capacidades y la resignación parece instaurarse entre asalariados y pequeños empresarios.

Dos años después:
·       Una reforma laboral nos instaura en el feudalismo.
·       Los recortes presupuestarios envían al quinto infierno lo que llegó a ser un referente mundial en cuanto a modelo sanitario.
·       La población ha sufrido la más vejatoria de la humillaciones con la merma de las ayudas a la dependencia.
·       La educación parece querer ser un privilegio de las familias más adineradas y un escarnio para aquellos con un peculio escaso.
·       El expolio de lo público llega a su más alto estadio y el partido del sr. Rajoy da muestras inequívocas de falta de colaboración con la justicia.
·       A los ciudadanos se nos reprime con una ferocidad inusitada cuando queremos manifestarnos en las calles. Se nos criminaliza, se nos detiene, se nos multa, se nos golpea, se nos denigra, se nos desprecia.
·       Los jueces que se atreven, o mejor dicho intentan, actuar contra la corrupción, se ven denunciados, sentados en el banquillo y hasta inhabilitados como escarnio por tal osadía.
·       El ministerio fiscal ejerce de defensa de presuntos delincuentes y elude investigar lo que en cualquier otro país de nuestro entorno sería aclarado en un par de meses.
·       En el Congreso de los Diputados se ha dicho “que se jodan” a un amplio grupo de ciudadanos y la infame diputada aún cobra de nuestros impuestos y continua poniendo su culo en un escaño que no se merece.
·       Se legisla, al amparo de una obscena mayoría absoluta, con total desprecio a los que no votaron al PP.

Dos años después de instaurarse Rajoy, el Ciego Autista, en La Moncloa, los españoles vivimos peor, ganamos menos, tenemos un futuro mucho más incierto y se nos amordaza.

Han sido dos años larguísimos, han sido dos años verdaderamente malos.

JC

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