Prospecciones
y Consulta
El Gobierno Canario, revuelto y revelado
por la amenaza que supone para la economía de las islas las prospecciones
petrolíferas con las que el gobierno del estado ha agraciado a Repsol, acude a
solicitar el respaldo de los ciudadanos, para armarse de millones de razones
adicionales, para intentar parar la incertidumbre que se cierne sobre una de
las regiones del estado con una situación económica de las más complicadas.
En ese viraje, casi desesperado al ver
como el gobierno de Mariano Rajoy, el autista, hacía oídos sordos a las
peticiones de Paulino Rivero, presidente de los canarios, ha desembocado en un
intento de consulta popular, que, de producirse, se materializaría con la
pregunta: "¿Cree usted que Canarias debe cambiar su modelo medioambiental
y turístico por las prospecciones de gas o petróleo?"
Veo que esa “intachable” pregunta, según
palabras del propio Rivero, no lo es tanto, sin entrar en legalismos,
constitucionalismos, competencias y tal y tal y tal. La pregunta que se le ha
ocurrido al Gobierno Canario, desde mi humilde opinión, no transmite claramente
lo que debería tener un sencillo Sí o No, como respuesta.
Ante la ambigüedad de la cuestión, se me
ocurren distintas interpretaciones y que por lo tanto pienso que el resultado
de la popular consulta, sería insatisfactorio.
1. Se podría responder Sí, queriendo decir: creo
que se debe sustituir el modelo medioambiental y turístico por prospecciones de
gas o petróleo. Está claro que esta respuesta no es la que quiere el Gobierno
Canario y parte de la sociedad canaria.
2. Se podría responder, Sí, queriendo decir:
creo que hay adaptar el modelo medioambiental y turístico para adaptarlo a las
prospecciones de gas o petróleo y que ambas opciones sean compatibles. Esta
respuesta tampoco es deseada por el Gobierno Canario pero sí habría una parte
indeterminada de la sociedad canaria que aceptaría las prospecciones.
3. La respuesta negativa, tampoco llevaría a
ningún sitio porque podría estar refiriéndose a que no hay que cambiar el
modelo medioambiental y turístico pero podrían ser aceptadas las prospecciones
de gas o petróleo.
La pregunta, para que tenga una validez
indudable debería ser algo así como:
¿Cree usted que Canarias tiene que renunciar
a su modelo medioambiental y turístico debido a las prospecciones de gas o
petróleo?
Las posibles respuestas a esta pregunta,
no tendría más que dos interpretaciones, o se renuncia al modelo o no se
renuncia.
Ahora bien, de ninguna de las dos formas,
la ciudadanía estaría manifestando un rechazo explícito a lo que una parte de
los canarios quieren, el abandono por parte de Repsol o cualquier otra empresa
de prospecciones y extracciones petrolíferas cerca de sus costas.
Intentando ver el asunto desde el punto
de vista del gobierno de Mariano Rajoy, el autista, y de su dudosamente
capacitado ministro de industria, energía y turismo, José Manuel Soria
(posiblemente el canario más aborrecido en su tierra), no llego a comprender, y
espero que no sean espurias o servilistas, las razones del empecinamiento de
llevar a cabo unas prospecciones cuyo éxito ha sido establecido alrededor del
15%.
Con este bajísimo porcentaje de éxito
llama la atención que tanto Repsol como el gobierno central se expongan a tal
nivel de descrédito en las islas. Soy lego en temas petrolíferos, pero el
sentido común muchas veces me orienta en la dirección correcta y es por ello que me permito opinar que,
debido a la fortísima inversión a la que hay que enfrentarse en este tipo de
actividad, ninguna compañía con gestores sensatos, acometería un proyecto que
de partida tiene un 85% de las posibilidades de fracasar. Es posible que Repsol
y el gobierno de España estén mintiendo; de este gobierno no me extraña, nos
tiene acostumbrados, pero que una compañía que se juega el dinero de sus
accionistas, también mienta, cuanto menos me escama: ¿No habrán hablado del 15%
con la voluntad de ablandar la resistencia del Gobierno Canario, argumentando
que la molestia será algo pasajero y muy limitado en el tiempo?. Desconfío, la
deshonestidad comienza a ser una seña integrante de nuestra idiosincrasia, y no
me gusta lo que está pasando.
Otra de las razones por las que
desconfío, es por la firme voluntad del gobierno de Rajoy, el autista, de
llevar al tribunal constitucional una consulta que será articulada a través de
una pregunta inocente y, en mi opinión, mal planteada. La alergia a la
participación ciudadana del inquilino de La Moncloa, es bien conocida, quizá es
por ello, y por su autoritarismo, por lo que quiera evitar conocer lo que los
ciudadanos canarios desean o no desean. Evitando la consulta evitará ulteriores
críticas a la más que posible negativa de aceptar el resultado de las urnas.
Con prospecciones o sin prospecciones, los
integrantes del gobierno de España, una vez más han conseguido violentado el
ánimo de una parte de los ciudadanos y me pregunto: ¿cuándo se verán las
consecuencias de tanto despropósito?, ¿en las próximas elecciones?, ¿en las
siguientes?, ¿o quizás nunca?. La idiosincrasia española está necrosando la
sociedad, hace falta un revulsivo que bloquee y haga retroceder esa tendencia.
Para finalizar, mientras escribía esta
Crónica de Mediocres 64, una de las más extensas de las que he escrito, me
preguntaba: ¿a que tonto se le ocurre crear un ministerio de industria, energía
y turismo, cuando hasta los menos avispados son conscientes de que la industria
y la mayor parte de las fuentes de energía son incompatibles con el turismo?, ¿qué
méritos ha hecho José Manuel Soria para ocupar ese ministerio, ser originario
de las islas Canarias, destino turístico por excelencia?
JC
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios podrían estar sujetos a moderador. Se agredecería que no fuesen anónimos.