Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Crónica de Mediocres 22


Publicado el 29 de marzo de 2012 día de huelga - hoy vuelve a estar de actualidad

Todos tenemos derecho a la huelga, todos. Pero a mi entender es un derecho para ejercerlo con exquisito cuidado, en casos extremos y solamente cuando todas las vías previas de las que tenemos en nuestras manos se han agotado o mostrado inútiles.
El día de hoy, a pesar de los mensajes en contra recibidos desde las centrales sindicales, como día de huelga ha demostrado la fractura existente entre los convocantes y la inmensa mayoría de los asalariados. Fractura que se produce porque la distancia entre los dirigentes sindicales y los delegados sindicales en relación con los que realmente trabajamos, es tan enorme que no alcanzamos a divisarnos, ellos no saben dónde estamos nosotros, y nosotros, salvo en épocas de elecciones, manifestaciones, huelgas, etc., ni los vemos. Es significativo que en la mayoría de las empresas en las que se celebran elecciones sindicales, los índices de participación son ínfimos y ese número ínfimo de votantes eligen a un comité que representa al cien por cien de sus compañeros. Esa es la realidad que se ha vivido hoy en España y por lo que la huelga no ha prosperado.
Pero no quiero ser injusto, seguramente los sindicalistas, al igual que los políticos, son un mal necesario, aunque sólo estén respaldados por la quinta parte de los que ellos dicen representar. La reforma laboral arrojada como puñales contra los asalariados por el gobierno Rajoy, es tan desequilibrada que debería haber garantizado una altísima participación de huelguistas en el día de hoy. Pero la convocatoria ha sido tan poco trabajada que puede ser considerada más como una pataleta sindical que como un intento de revocar la afrenta de Rajoy a los trabajadores y de evitar el brindis que el presidente ofrece a los desleales empresarios españoles, a costa de la salud y el esfuerzo de los que tienen a nómina.
Digo que la convocatoria de huelga ha sido poco trabajada porque las centrales sindicales deberían haber expuesto y publicitado claramente el antes y el después de esta negra reforma, deberían haber tomado partido y haber realizado propuestas alternativas bien razonadas y argumentadas con periodos de transición para su aplicación, deberían haber establecido “brigadas” de apoyo para, por un módico precio, defender a todos aquellos a los que se les aplique la nueva norma, deberían haber promocionado denuncias colectivas contra lo que supone abuso de poder al modificar, casi eliminar, vía decreto, los derechos conseguidos a lo largo de tantos años.    
El sindicalismo español debe recapacitar y renovarse, debe reinventarse, debe conectar con aquellos a los que cree que representa, debe realmente representarlos. El sindicalismo español debe de dejar de vivir del dinero que nos quitan de la nómina, deben aprender a vivir de lo que recauden de sus afiliados, de lo que les cobren a las personas que les piden ayuda, de lo que consigan en base a su independencia. Los sindicatos deben, por asepsia, renunciar a recibir dinero de los presupuestos generales del estado, sólo entonces y trabajando para los trabajadores, conseguirán mejores respuestas ciudadanas a sus convocatorias, no habrá tanto desafecto.
La huelga, a estas horas, casi ha acabado, su eficacia será nula y Rajoy continuará con su aberrante reforma, la ministra de (des)Empleo caerá extenuada por negociar nada, los sindicatos seguirán pataleando y los empresarios afilarán aún más sus colmillos para hundirlos más profundamente en nuestras yugulares y nosotros, los asalariados, seguiremos siendo los peor pagados de Europa, con los servicios sociales más míseros y con una alta carga impositiva que permita a los defraudadores seguir viviendo a cuerpo de rey. Por su parte, los políticos seguirán subiéndose el sueldo y autorecetándose pensiones vitalicias que se las pagaremos sin rechistar. Creo que esto necesita un cambio.

JC

Publicado el 29 de marzo de 2012

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