Sin democracia
Esta semana, con motivo de los incidentes producidos
frente al recinto del Parlamento de Cataluña (incidentes que por cierto
confirman la teoría de que, entre la masas casi todo el mundo se vuelve borrego
al dictado del pastor), hemos oído una y otra vez, desde las derechas hasta las
izquierdas, llegando incluso a recuperar los rebuznos de un estratosférico pseudo-político catalán,
afirmaciones similares a que: los políticos que ocupan concejalías, sillones de
diputados en las cámaras autonómicas y en el Congreso de los Diputados,
sillones de Senadores, etc., etc., etc. han sido elegidos libremente por los
Ciudadanos.
Discrepo totalmente con ese enfoque, nuestra ley electoral,
no nos permite elegir libremente a nuestros representantes, nuestra ley
electoral deja en manos de los partidos y de las formaciones políticas, el
incluir a las personas que en un momento determinado engrosarán una lista
electoral y a las que nosotros, sin más capacidad de decisión tendremos que
votar (los que voten). En la mayoría de los casos esas listas electorales
se confeccionan eligiendo a dedo, sin
votación alguna, a aquellas personas que son de la máxima confianza de las
ejecutivas, es decir, se incluyen ellos mismos, sin que las bases de esas
formaciones políticas tengan ningún derecho a aceptar o no a quienes figurarán
como candidatos. Aún en los pocos casos en los cuales los elegibles han sido
seleccionados con métodos democráticos, su selección final por parte de los
ciudadanos, no puede ser calificada de elección libre.
Para que un representante pueda sentir el orgullo de
haber sido elegido libremente por los Ciudadanos, para que se sienta legitimado
por éstos, debe darse la circunstancia de que su nombre y apellidos sean
explícitamente separados, como el grano, de tanta paja. Que no nos den listas,
que nos den nombres, capacidades, experiencias, seriedad, compromiso, ideas,
honradez, iniciativas, ilusión, carisma y todo aquello que distingue a un líder
de un mediocre. Nosotros, los Ciudadanos nos encargaremos de confeccionar la
lista final de los que nos representarán y gobernarán nuestros Ayuntamientos,
Cámaras Autonómicas, Congreso y Senado. Si además consiguiésemos elegir
directamente a nuestros Alcaldes, Presidentes de Cabildos, Diputaciones y
Autonomías y al mismísimo Presidente del Gobierno de España, no habría tanta
fractura entre la clase política y los PAGANOS.
En definitiva, es de ser responsable cuando se pide a
los cuatro vientos, cambios en la ley electoral, cambios que en todos los
estamentos del Estado, deben permitir:
- Que cada cual
elija directa y nominalmente a sus representantes
- Que los Ciudadanos elijamos directamente a nuestros
Alcaldes, Presidentes de Diputaciones, Cabildos y Autonomías y Presidente del
Gobierno del Estado, al Jefe del Estado.
- Que las
distintas asambleas de representación (ayuntamientos, cámaras autonómicas, congreso de los diputados y senado) estén
compuestas por aquellas personas que han obtenido el mayor número de votos
- Que se
inhabilite de por vida, para ser elegible, a todas aquellas personas que hayan
sido condenadas por todos esos delitos alrededor de la corrupción, a los que
determinados políticos se empeñan en darnos a conocer día a día en España.
Cuatro medidas muy sencillas pero que nuestros
políticos jamás tendrán el valor de implantar.
JC
Publicado el 19 de junio de 2011
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