Publicado el 16 de
octubre de 2011
Contra la dictadura de las bolsas: Las bolsas marcan nuestro destinos, Ibex, Nasdaq,
Eurostoxx50, Dax, Dow Jones, Nikkei, etc. todos ellos índices que son
utilizados para exigir más y más a las compañías que los componen. Después
están los índices individuales de cada empresa, más de lo mismo. No importa lo
que hayas ganado el año anterior, cada primero de enero la cuenta se pone a 0,
a partir de ese momento sólo es válido subir y subir y subir. Para esas subidas
hay un par de recetas mágicas, la primera, sangra todo lo que puedas a tus
clientes, trabaja con márgenes abusivos, aprieta y cobra todo lo que puedas, no
cedas, ve a por más y si te lo dan, vuelve a por más y así sucesivamente. Si
aflojas para abajo y si bajas, ya sabes, te arriesgarás a las pérdidas. La
segunda de las recetas es recorta gastos y dónde tienes el mayor de los gastos,
así es, en la nómina, pues ya sabes lo que tienes que hacer, paga menos y como
hay que comer, no te preocupes, siempre habrá alguien que por un poco menos
haga el trabajo, aunque la realidad es que muchos son capaces de hacer más
trabajo por mucho menos ( y no los critico).
Y ¿qué se podría hacer para evitar esa fatídica
dictadura de las bolsas?, pues la verdad es que, como no soy economista, tengo
poca idea, pero a lo mejor, si a todas estas compañías que cotizan en bolsa se
les obligase a reservar un tercio de sus beneficios anuales para ser utilizados
como provisiones para estabilizar años desfavorables, quizás ese ansia de más y
más y más a la que nos tienen acostumbrados los correspondientes accionistas,
se vería mitigada. Esas reservas deberían ser exigidas por periodos mínimos de
cinco años.
Un ejemplo práctico:
La empresa A tiene un año un beneficio bruto de 90, su
beneficio antes de impuestos sería de 60, de esos 60 pagaría sus impuestos y
los otros 30 quedarían como reserva.
Al siguiente año, más de lo mismo, ya tendría 60 como
reserva, así sucesivamente hasta el quinto año. Si en un momento su beneficio
neto baja de la media de esos últimos cinco años, tendría la posibilidad,
utilizando las reservas acumuladas, de no darle disgustos a sus accionistas ni
de engañar al resto de la sociedad.
Bueno esto es sólo una idea, puede ser ingenua pero
sería útil para evitar las grandes especulaciones y manipulaciones que se
producen en la gestión de las empresas, eso sí, los gobiernos tienen que
involucrarse, que lo llaman intervencionismo, que lo llamen, lo que no puede
consentirse es el dispendio en épocas de vacas gordas y la rasgadura de
vestiduras en cuanto las vacas comienzan a adelgazar, aunque sean 100 gramos.
Al principio decía dictadura de las bolsas pero en
realidad tendría que haber dicho, dictadura del capital.
Cosas mías.
JC
Publicado el 16 de octubre de 2011
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