Sobre CRÓNICA DE MEDIOCRES

Lo he llamado Crónica de Mediocres porque creo que la mediocridad es una de las palabras que mejor definen el momento en el que vivimos. La vida pasa deprisa, las oportunidades también y entre ambas dos no hay tiempo para mejorar nada, es más, lo mejor penaliza, no se compra, la calidad se desprecia.

He elegido esta foto porque de alguna forma refleja lo antedicho, primero porque está algo borrosa, no se ve con claridad, y segundo porque para mi, esa araña es la representación de la mediocridad y su tela es el entramado en el que los mediocres caerán, caeremos, y desde la cual impedirá que escapemos, sólo unos pocos conseguirán salir, seamos nosotros.

Espero que os guste y para hacerlo más atractivo, podéis dejar vuestros comentarios picando en el título de cada entrada.

lunes, 1 de octubre de 2012

Crónica de Mediocres 7


¿Qué estamos haciendo?, ¿por qué miramos para otro lado?, ¿por qué no nos quitamos la venda?, ¿qué clase de gente somos?, ¿por qué queremos ignorar la realidad de millones de personas que podrían vivir con la cuarta parte de lo que a nosotros nos sobra?, ¿por qué somos tan egoístas?, ¿por qué?, ¿por qué?

Estamos podridos de bienestar, nos sobra de todo a raudales, tenemos diez veces (cien veces o acaso mil veces) más de lo que necesitamos y todavía nos sentimos insatisfechos, todavía nos quejamos, todavía nos auto compadecemos. Somos increíblemente egocéntricos (a lo sumo incluimos a la familia, raramente a los amigos, excepcionalmente a los conocidos y bajo ningún concepto al resto nuestros vecinos), casi estúpidos, irreflexivos, poco críticos (y si criticamos, son banalidades), nos gusta recibir a cambio de poco o de nada. Tenemos todos los derechos, nos los hemos ganado con nuestros estudios, con nuestro trabajo, porque sí; fijaos: casi me atrevería a decir, que por el hecho de haber nacido. Decididamente, para mi, y me incluyo, somos tontos.

Sí amigos y amigas, estoy hablando de todos nosotros,  de los habitantes del mal llamado primer mundo, de esa minoría de la población que circunscribe sus problemas a: no me han podido lavar el coche, no puedo salir a tomarme una copa porque no tengo a quien cargarle a los niños, hace dos meses que no voy al cine, fíjate que todavía no se a donde voy a ir de vacaciones, hoy no he podido ir a tomar los rayos UVA, fastidio oye que mi hermano no pudo piratearme los mapas para el navegador, no tengo zapatos a juego con este pantalón, me sobran 15 gramos y no soy capaz de perderlos, no he conseguido hotel para este fin de semana, etc. etc. etc.

Mientras nos quejamos de todo esto, cuando salimos a comprar, y voy a referirme sólo a alimentos, nuestro grado de despreocupación es tal que no dudamos en tirar de todos esos alimentos envasados que se exponen en los estantes de las grandes superficies y que no es mas que una forma de obligarnos a consumir mucho más de los que necesitamos. Si necesitas un ajo, te llevas una bolsa y si el resto no lo consumes, pues lo tiras, ¡qué mas da!. Si sois dos y queréis comer un filete, resulta que las bandejas traen seis, el resto ...¡qué más da!. Que te apetecen unas setas, ya se encargarán en darte una bandeja de no más de 100 gramos por la que te van a cobrar un equivalente a 60 euros el kilo. Sí, así consumimos, podría poner miles de ejemplos, pero me paro, no voy a martirizaros.

Y todo esto, ¿a qué venía?, sí hombre venia, a que mientras nosotros, los habitantes del mal llamado primer mundo, pasamos la mayor parte de nuestras vidas quejándonos de la abundancia en la que vivimos, hay cientos de millones de personas que se mueren de hambre. No es que no tengan para calzarse o para vestirse o para estudiar o para tener un sitio para cobijarse por las noches, no, no me estoy refiriendo a, en sus mentes, esas cosas innecesarias, simplemente me estoy refiriendo a que no pueden comer, a que no pueden mantenerse con vida, a que mueren de hambre.

Si cada uno de nosotros fuésemos capaces de mantener a uno de estos seres humanos y una vez cubiertas sus ínfimas necesidades de subsistencia, les ayudásemos a desarrollar su propios modos de subsistencia, conseguiríamos un mundo un poco más justo.

ONU, ONGs y demás intermediarios, han fracasado, a lo mejor tenemos que movernos a nivel particular, sólo a lo mejor. 

JC

Publicado el 21 de julio de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios podrían estar sujetos a moderador. Se agredecería que no fuesen anónimos.

Datos personales