Rezumar incompetencia,
anacronismo, privilegios y gregarismo
Molestáronse sus señorías porque un juez, en un auto
escribió: “…pues hay que convenir que no cabe prohibir el elogio o la defensa
de ideas o doctrinas, por más que éstas se alejen o incluso pongan en cuestión
el marco constitucional, ni, menos aún, de prohibir la expresión de opiniones
subjetivas sobre acontecimientos históricos o de actualidad, máxime ante la
convenida decadencia de la denominada clase política…”. Bueno, posiblemente el
“máxime ante la convenida decadencia de
la denominada clase política”, se lo podía haber evitado ya que puede
entenderse más, como una opinión que como parte de una argumentación.
Pero como yo no pertenezco al poder judicial, ni al
legislativo, ni al ejecutivo, como yo sólo me pertenezco a mi mismo, como soy
parte integrante de esos millones de ciudadanos a los que la decadente clase
política quiere dejarnos sin calzoncillos o bragas, como la mediocre actuación
de los mal llamados representantes del pueblo, me está mostrando su falta de
capacidad, voy a escribirlo con mayúsculas, la clase política española, los
políticos españoles no sólo rezuman decadencia, también rezuman incompetencia,
anacronismo, privilegios, gregarismo, aislamiento y se han ganado el desprecio
de los ciudadanos. Hay, por supuesto, excepciones, pero son tan pocas que
quedan ahogadas por la presión de sus propios compañeros y compañeras.
Esa decadencia, de la que habla el juez Pedraz en su
auto, se ha mostrado en todo su esplendor minutos después de la publicación del
auto de ayer, 4 de octubre, correspondiente a la diligencias previas 105/2012,
¿por qué?, pues porque la decadente clase política ha hecho gala de reflejos de
felino, respondiendo, atacando y hasta insultando al sr. juez, sin realizar
ningún tipo de autocrítica o autoreflexión, acerca del por qué a sus señorías
les han puesto tal adjetivo.
Un político popular, Rafael Hernando, en una
inigualable oratoria, llama al juez “pijo ácrata” y le añade el calificativo de
“indecente” a lo que también denomina "demagogia política". Es
vergonzoso que un político hable de demagogia, cuando ellos basan casi toda su
actividad en actuaciones demagógicas.
Otro político, en este caso socialista, Simancas, se
pregunta: ¿Habrán quitado los espejos en los juzgados?. ¿A qué se refiere
Simancas?
Los de UPyD, por
medio de Martínez Gorriarán, apuntan que “quizá el juez también esté hablando de
sí mismo”.
Como puede verse, por lo menos en algo, los decadentes
políticos, se ponen de acuerdo: se defienden a si mismos con uñas y dientes con
el fin de alargar cuantos más años mejor el mantenimiento de sus torres de
madera desde las cuales se mantienen lejos de los ciudadanos a los que deberían
servir. A nuestros políticos, poco valientes ellos, se les pone la carne de
gallina al ver que ya no son solamente los electores los que cuestionan su
quehacer; miembros del poder judicial, también sufren los vaivenes de las
veletas políticas que, desde el poder ejecutivo y el legislativo, no son
capaces de indicar un rumbo estable que nos de tranquilidad a todos.
Para mi, en definitiva, el desliz del juez Pedraz, no
es más que otra voz que desde el Poder Judicial se une al tirón de orejas que
tres magistrados del Tribunal Constitucional le dieron a los políticos hace más
de un año.
RIP la decadente clase política española y animemos,
como ciudadanos, a esos nuevos posibles representantes de la ciudadanía que
volcados en ésta, quieran de verdad mejorar esta “España que me duele cada día más
y más”.
JC
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